Las personas "lastre"

(Bueno, llevo unos días sin mirar mucho el ordenador, ni el blog así que le he tenido un poco abandonado, y como lo estoy utilizando a modo de diario pues ¡maaaaaal! Así que entonaré el "mea culpa" e intentare redimirme.)

Hay gente, al rededor tuya, que NUNCA va a creer en tí. No digo que sea toda, pero haberla hayla. Y esa gente te dirá lo que su subconsciente, pero no el tuyo, les dice: "no puedes". Vendrá con la pinta que quieras, pero esa frase estará siempre ahí por su parte. Vendrá en la forma de "no te veo haciendo eso", "yo en tu lugar no lo haría", y algo menos asertivas también tales como "ni de coña lo vas a hacer, no lo hice yo, lo vas a hacer tú". ¡Hale! Tócate lo huevos. Hay gente que parece que te conoce mejor que tú mismo y se creen capaces de esgrimir una espada mágica con la cual dicataminan cual es la verdad absoluta.

En estos "lastres" he podido distinguir (de los que me he encontrado) dos tipos: los sumamente competitivos y que no quieren que les superes, ni siquiera darte la posiblidad, por eso te minan. Y los mediocres que no han tenido valor a echarle agallas. Debo reconocer que seguramente habrá muchisimis más tipos. Pero estos dos en mi vida me los he encontrado con bastante frecuencia.

Los primeros lo puedo llegar a entender, que no compartir su opinión. Pero los segundos me sacan auténticamente de mis casillas. Son gente que no sólo no ha sabido potenciar su inaparente talento, si no que encima, se dedica a dar lecciones de vida a todo aquel que se dedica a buscar su camino y sobresalir minimamente en algo. Vamos, lo que viene a ser el perro del hortelano.

Y es que, como si no fuera suficiente trabajo ya, el mero hecho de acallar nuestro subconsciente (que es en esencia nuestro peor enemigo), tenemos que lidiar con estas personas, que están sólo, para demostrarte a tí mismo que les puedes dar con tus éxitos en los morros. Intento pensar en ellos (cuando mi subconsciente no me traiciona y me dan ganas de cogerlos por las solapas y zarandearlos como peleles) cómo moticaciones extra. No sé si muy positivas, pero motivaciones al fin y al cabo. Me digo, en carrera, por ejemplo: "mira como puedo, tú que me decias que no era capáz, lo estoy logrando y luego te mostraré mi éxito". Si bien, es cierto, que luego no restriego a nadie mis victorias personales, pero en momentos de flaqueza hay que jugar sucio contra nosotros mismos, intetando motivarnos con lo que sea, o lo que tengamos más a mano.

Siempre habrá momentos de flaqueza, y momentos en los que dirás aquello de "pá que coño me he metido yo en éste berenjenal". 

Hay un par de conceptos que he intentado ir incluyéndolos en mi día a día, en mi vida para mi automotivación. Uno es incluir eufemismos. Pero no para adaptar palabras poco correctas socialmente, si no para adaptar palabras desmotivadoras y convertirlas en palabras de aliento. No es lo mismo decir fracaso que bache, por ejemplo (tomo prestado un ejemplo del sr. Ajram).

Algunos ejemplos que a veces pongo son el hecho de que cuando dejé de fumar, lo dejé radicalmente, ya no fumo más. Estaba leyéndome el libro de "dejar de fumar es fácil si sabes cómo". Y es cierto lo que dice el libro en alguno de sus pasajes, no te debes de considerar un "exfumador", si no como un "no fumador". Si atendemos al concepto, es cierto. Un fumador, ente cigarros, es un no fumador (porque no está fumando). Por las mismas cuando no vuelves a fumar ese estado intermitente de "fumador-no fumador" se vuelve un estado fijo de "no fumador". Cuando lo dejé, y ya no volví a fumar hasta el día de hoy, había gente que cuando decía que lo había dejado me contradecía. Pongo un ejemplo:

-¿Qué tal, sigues fumando?
-No, lo he dejado. Desde antes ayer ya no fumo.
-¡Pues entonces no lo has dejado aún, lo estás dejando!

Es como si fuera paulatino, yo ya había decidido dejar de fumar, y de hecho, lo había dejado, pero esa gente se dedicaba a oradar en tu motivación. Anda, e iros a dar una vuelta. ¡Zasca! Un año después sigo siendo "no fumador" y lo he dejado.

Otro ejemplo era el del deporte, lo mismo. Tú te planteas practicar deporte con regularidad, ya que has cogido unos kilos y no te ves sexy (oh yeah!). Y te lanzas a la carretera. Esto fué previo a mi lesión por correr a lo "Forrest Gump". Y tras salir unos días, se produce una coversación parecida a esta:

-¡Anda! ¿Te has ido a correr?
-Si, ahora le he aficionado a correr un poquito, llevaré unos tres días corriendo, pero me está encantando.
-Pero entonces no te has aficionado, eso lo podrás decir cuando lleves algo más de tres dias.

¡A la mierda otra vez! Ahí tenemos otro ejemplo desmotivador. Llegas tú con toda tu ilusión y llega un cafre a desmontarte, pieza a pieza tu ilusión y venderla al por menor. No pasa nada. Aquí me teneis, repartiendo "zascas". ¡Zasca! Camino de dos años pateando asfalto (obviando los 8~9 meses apartado por lesión).

Como curiosidad decir que en los dos casos mi interlocutor era, o bien fumador, o bien alguien totalmente fuera de forma. A lo que me refiero es que aunque tu determinación sea fuerte, todos estamos expuestos a baches. Y sí, aunque ahora voy repartiendo "zascas" a domicilio, después de las converaciones mencionadas me replantee todo mi esquema. En ti está el seguir con tu plan o ceder ante estos "anclas".

Motivación, esfuerzo y cabezonería. Todo en uno para repartir "zascas" a diestro y siniestro.

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