Pasada la tormenta, todo lo que queda, es bueno

Ayer reconozco que no estaba muy allá que se diga, así que decidí no salir a entrenar, simplemente, porque no iba a disfrutar. Lo dejamos para otro día. un día tonto lo tenemos todos y ayer fue el mío.

Bueno pasada ya la tontería, toca enfundarse el traje de faena y volver de nuevo a mi vida habitual de familia, trabajo y entrenos, y marcarse retos grandes, fuera de medias maratones y maratones. A ver que tal se nos da hoy.

Al lio.

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