Errores de principiante... Estiramientos

Habréis oído hasta la saciedad, los que se muevan entre revistas deportivas o los que les guste hacer deporte, la importancia de los estiramientos.


Pues bien, hoy he descubierto, por casualidad y nada más bajar las escaleras de mi casa, uno de los problemas añadidos de no estirar. Y es que a parte de servir como oxigenación de la musculatura y para la asimilación, en parte, del entrenamiento sirve para relajar al músculo y evitar que se agarrote.


¡Pero que bien me lo he pasado cuando he visto los piños contra el suelo del descansillo! ¡Que sensación! ¡Sublime! Y es que normalmente lo más sencillo suele ser también lo que con mayor frecuencia nos olvidamos. Una cosa tan obvia como los estiramientos puede, si nos olvidamos de ella, acarrerarnos el que no asimilemos bien el entreno del día.





Ese va a ser mi mantra de hoy. "debes estirar SIEMPRE, debes estirar SIEMPRE, debes estirar SIEMPRE, debes estirar SIEMPRE, debes estirar SIEMPRE, y nunca volver a olvidarlo. A riesgo de visitar prematuramente al dentista, al fallar el paso, bajando las escaleras.


Por otra parte, fallé cual pardillo en una lección básica, que hasta el año pasado seguí a rajatabla. Y es que por mucho que tú no tengas frío, tu garganta sí (por lo menos en mi caso). Ayer ya me empezó a molestar después del rodaje, pero me dije: "no será nada, como me ha anochecido volviendo pues habré cogido un poco de frío, mañana estaré mejor". Y efectivamente ayer me encontraba mejor y ¿que hice? El capullo. Volví a entrenar como si estuviera en verano. Coges temperatura y no sientes ni padeces, hasta que llegan los descansos entre series.


¿Habéis escuchado o leído la frase de que no hay "te lo dije" que más duela, que el que te dices a ti mismo? Pues exactamente eso me pasó ayer. Entre el penúltimo y último asalto de 1' en comba, durante los 30" que dura, pensé: "uuuuy, ¿a que me la estoy jugando y al final caigo enfermo? ¡Correcto! Y van dos de dos, soy un hacha. Y aquí me tenéis con una braga polar, una chaqueta, la camisa de la uniformidad y la camiseta interna (soy una cebolla), deseando no caer más enfermo, para salir esta tarde a trotar un poco.


Cuídate, aquí solo tienes una vida.


Comentarios

Entradas populares de este blog

La #maraton que hizo "clic"

A #hostias con las telefónicas

Nuevos (y más elevados) horizontes