La "maravillosa" era digital

En esta era, casi completamente digitalizada, hay que tener mucho cuidado de lo que se expone de manera publica. Todo queda registrado, todo. Opiniones, gustos, política, todo queda al descubierto. Hay que hacer un poco de reflexión sobre qué podemos y qué no debemos publicar.

Mi generación, que ha vivido la transición de esta era digitalizada, creo que es más consciente de los peligros añadidos a las redes sociales, e internet en general. Pero temo sobre la "educación digital" que estamos dando a nuestros hijos y jóvenes. El todo vale en internet, la impunidad (ayudada por un pseudo-anonimato), el publicar hasta el más mísero de los detalles de nuestra vida personal, no solo nos hace vulnerables, si no que deja al descubierto una parte de nuestra vida que, quizás, dabamos por privada.

Esto provoca casos como los que hemos oído de cyber-acoso (en estudiantes sobre todo), publicación de fotografías íntimas, despidos y enjuiciamientos por salidas de tono o pilladas. Maticemos algunos de estos casos.

Siempre hemos tenido casos de acoso en el cole, estaba el típico malotillo que tenía a media clase acojonada, pero salías del cole, llegabas a casa y se acabó, estabas a salvo. Ahora eso se acabó. Nuestros jóvenes tienen acceso constante, a internet y redes sociales, esto implica que sus abusones "entran" en casa. Por lo tanto, no hay descanso para el chaval que recibe ese acoso. No digo nada más, todos sabemos como acaba esto.

Con las fotografías íntimas pasa algo parecido a lo que decian por ahí: "en el momento que dices algo deja de ser un pensamiento, para convertirse en una opinión". Esto significa que es criticable y no te pertenece (no puedes decidir qué será de él, ni como se reproducirá). Resumiendo controlas dicha fotografía siempre que esté en el dispositivo en la que la sacaste. Si la envías, ya no es tuya.

Tenemos por último los enjuiciamientos por twitts (el vocalista de Def con Dos), y los despidos por no tener cabeza (aquel despido de una muchacha que ponía a parir a su jefe, sin acordarse que le tenía agragado...). Estos casos se comentan por sí solos, y bien podría decir la misma frase que en el anterior párrafo.

Tenemos la tarea de educar y limitar el acceso temprano a internet, y sobre todo educar en esa "higiene digital" de la que alguíen habló en su momento.

¡¡Noooos vemos!!


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